Cómo hacer un revuelto de sangre encebollá con patatas.
Una de tantas recetas de antaño, guisos nacidos de hambre perruna de la posguerra (de todas las posguerras) como dice mi amigo Eduardo, o de nuestras tradiciones culturales y familiares.
Revuelto de sangre encebollá con patatas, o sangre encebollá sola sin patatas o sin huevo. Para nuestra generación es un plato que nos entraña, que nos evoca a la infancia.
No te olvides de comprar un poco el día que vas al mercado después de algún tiempo sin ir. Me gusta cada vez que voy llevarme algo de temporada para casa, de tradición, de las que por lo general solo las encuentras en la Plaza de Abastos, es una satisfacción para mi conservar estos hábitos heredados de mi madre a lo largo de muchos años acompañándola a la compra.
Platos humildes y sencillos de la cocina gaditana, por su precio, no por el resultado de su maestría... Una de las tapas reinas de bodeguitas y tabancos, de las clásicas, junto con la variante de sangre en tomate, que se han ido perdiendo, a la vez que han ido desapareciendo las tascas de toda la vida con sus tapas típicas de casquería.
Menos mal que hoy en día con la fiebre y revolución culinaria, con tanta cocina de autor, mucha investigación e interés en recuperar la cocina de nuestros ancestros, retornando del olvido y poniéndose de manifiesto en los talleres de muchos municipios. Gracias al renacimiento de tantos cocinitas hurgando en las recetas de sus abuelas. El resurgimiento de una nueva concepción de bar o como lo llaman ahora gastrobar, estamos asistiendo a un renacer, a la recuperación para llenar el vacío o ausencia producido en las generaciones posteriores, para el disfrute y deleite de nuevas, y las que quedan por llegar.
Como os iba diciendo, es una sorpresa ver en la carta de algunos bares de diseño moderno la recuperación y recomendación de platos y guisos tradicionales. Aunque tengan una presentación de diseño minimalista, hacen una gran labor de difusión y restauración de nuestra gastronomía, les da otra opción, la oportunidad y ocasión de descubrir sabores desconocidos a los que están creciendo en la cultura del consumo rápido americano.
Los ingredientes son muy básicos, pero no por ello menos importante, por eso debemos de utilizar productos de primera calidad, para que el revuelto tenga buen sabor, diferenciando todas las texturas de los elementos que lo componen. Imprescindible emplear patatas de Sanlúcar que son las mejores de la zona, una buena cebolla dulce y si es posible unos buenos huevos de campo, podemos comprar sangre de cerdo o de pollo que también está muy rica, os lo dejo a vuestra elección, y por supuesto cocinaremos con aceite de oliva virgen extra, yo con La AlDea de Don Gil,
Un plato humilde de nuestra cocina gaditana, y no por ello menor, si lo puedo hacer yo, seguro que a vosotros os saldrá mejor todavía.
Os dejo con la receta paso a paso de revuelto de sangre encebollá con patatas para que os animéis a hacerlo conmigo.INGREDIENTES:
300 gr. o un trozo de sangre.
1 cebolla bien hermosa.
3 patatas medianistas.
4 huevos de campo.
Aceite de oliva virgen extra.
1 hoja de laurel.
Sal.
Elaboración
Pelamos la cebolla y la cortamos en paréntesis, incorporamos a una sartén con un buen chorro de aceite, colocamos en el fuego a temperatura media.
A continuación le quitamos la piel a la sangre y la cortamos en rodajas.
Cuando la cebolla esté pochada y empiece a coger color agregamos la sangre y la hoja de laurel.
Removemos de vez en cuando para que se vaya sofriendo la sangre con la cebolla.
Pelamos y cortamos las patatas en lascas y le añadimos un poco de sal, freímos en una sartén con abundante aceite caliente.
Cuando estén tiernas y empiecen a dorarse las sacamos a un plato.
Mientras se fríen las patatas batimos los huevos.
Una vez hecha la sangre le agregamos las patatas fritas.
Vertemos los huevos batidos por encima.
Removemos para que los huevos batidos se mezcle bien con la sangre encebollada y las patatas.
Seguimos dándole unas vueltas para que se vaya cuajando, probamos de sal y rectificamos si es necesario.
Le damos unas vueltas más hasta que esté cuajado pero no del todo, para que se termine de hacer con el calor que desprende la vitroceramica.
Lo disponemos en el centro de la mesa en una fuente amplia, nos serviremos el revuelto muy caliente y jugoso.
Servimos rápidamente en nuestros platos, bien calentito, para comernos el revuelto cremoso, en su punto. ¡Qué rico está!
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