lunes, 12 de marzo de 2018

GARBANZOS CON TAGARNINAS ESPARRAGÁS

Cómo hacer garbanzos con tagarninas esparragás o tagarninas esparragás con garbanzos. Receta paso a paso.







Un plato de legumbres no puede faltar en nuestras mesas cada poco tiempo, es un guiso perfecto, muy reconfortante y os recuerdo que las legumbres son muy sanas y una parte fundamental en una dieta equilibrada. Me encantan los platos de cuchara, y las legumbres para mi se encuentran en un lugar preferente.
Hoy se lo vamos a dedicar a los garbanzos con tagarninas esparragás, una verdura silvestre que precisamente sólo crece en estos meses de frío, por lo tanto es el momento de aprovechar y disfrutar de este humilde, sencillo y rico plato.



Las tagarninas es una planta silvestre de muy poca altura y de porte rastrero, con hojas espinosas y el tallo y las ramas pelosos, crecen por lo general en zonas de sierra, en sembrados, herbazales, corrales, solares y que por lo visto la podemos encontrar en casi toda la geografía, excepto en la Cornisa Cantábrica.
Hoy en día también podemos comprar tagarninas de cultivo en muchas fruterías,  pero si nos resulta difícil adquirirlas no hay que preocuparse, para hacer esta receta también las podemos sustituir por borrajas que están muy ricas y obtendremos un resultado similar.

He ido a la frutería que hay en Vistahermosa porque es la que queda más cerca de casa y también porque está muy bien surtida, disponen de una gran variedad de frutas y verduras, todas ellas muy frescas, entre tantas me ha llamado la atención las tagarninas recién cojidas y he comprado medio kilo para hacerlas esparragás y cuajarle unos huevos de campo que me ha traido mi amigo Eduardo (ahora que las gallinas están generosas). Preparando las tagarninas me he dicho que también están muy ricas con garbanzos, y una vez hechas las tagarninas he visto que con el medio kilo tengo bastante cantidad y efectivamente me permite hacer lo que he pensado,  hago dos partes, dejo la mitad para comerla con huevo  para cenar, y sobre la marcha cojo un bote de garbanzos de la despensa (suelo tener algún bote para estas ocasiones) los enjuago y se lo agrego a la otra mitad de tagarninas y así tengo el almuerzo para el día siguiente que reposadas más ricas van a estar.           


Esta sencilla receta de garbanzos con "tagarninas esparragás" es muy fácil de hacer y la prepararemos en muy poco tiempo, en cualquier momento, tan solo tenemos que comprar las tagarninas silvestres en los puestos que hay en la entrada del mercado, o también, como he dicho mas arriba, las podemos encontrar ya limpias y cortadas en muchas fruterías y así nos ahorrarnos el trabajo de limpiarlas; si tenemos en cuenta que no tendremos que preocuparnos de poner los garbanzos en remojo el día anterior porque utilizaremos los de botes ( que están muy ricos), el plato se preparará de manera rápida y si además las hacemos añadiendo una cucharada de carne de pimiento choricero de bote, también nos ahorramos de quitar el rabillo limpiar de pepitas, cocer y luego quitarle la piel y triturar la carne, en fin que las podemos hacer en un periquete.



Sin más dilación comenzamos. Seguro que si intentais hacerla os saldrá muy muy rica. Os dejo con esta sencilla receta paso a paso de garbanzos con tagarninas esparragás, para que os animéis a hacerla conmigo.


 INGREDIENTES:
  • 1/4 de tagarninas.
  • 1 bote de garbanzos cocidos.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • 4 dientes hermosos de ajos.
  • 1 rebanada de pan de pueblo tostado.
  • 1 pimiento choricero.
  • ! cucharada de pimentón de la vera.
  • 1 cucharadita de comino molido.
  • Sal.

 Elaboración 
Comenzamos abriendo por la mitad el pimiento choricero y le quitamos las pepitas, lo ponemos en un cuenco cubierto de agua y lo metemos en el microondas durante diez minutos.

 
Mientras tanto limpiamos bien las tagarninas cambiando el agua varias veces para que suelten toda la tierra.


Las colocamos en la olla rápida.



Colocamos a fuego muy suave la sartén con un chorro de aceite y los ajos cortados por la mitad.


Mientras se van dorando los ajos sacamos del microondas el pimiento colocamos en un plato y le separamos la carne con la ayuda de dos cucharas.



Le damos la vuelta a los ajos y dejamos el fuego bajo para que se pongan los ajos tiernos sin que se quemen.


Agregamos la rodaja de pan tostado.


Le damos la vuelta al pan y agregamos la cucharada de pimentón y la cucharadita de comino.


Le damos la vuelta de nuevo para que se sofría el pimentón.


Rápidamente agregamos la carne del pimiento.


Movemos y muy rápido para que no se queme el pimentón agregamos el agua que tenemos reservada de cocer el pimiento.


Majamos.


Agregamos el majado a las tagarninas.


Echamos agua pero sin cubrir para que cuando pierda volumen las tagarninas no queden acuosas.


Movemos mezclando todo bien y cerramos  la olla, cuando empiece a silbar bajamos a 5 el fuego y le damos 7 o 8 minutos.


Mientras tanto vertemos los garbanzos en un escurridor y los enjuagamos hasta que elimine toda la espuma.



Colocamos la olla debajo del grifo hasta que pierda la presión.


Abrimos la olla.


Colocamos los garbanzos escurridos en una cacerola.


Y le agregamos la cantidad de tagarninas y de salsa que creamos conveniente.


Que la salsa cubra los garbanzos y le ponemos sal que hasta el momento no tiene ninguna, dejamos a fuego suave durante 15 minutos para que liguen bien los sabores.

Probamos el punto de sal, rectificamos si es necesario y ya tenemos hechos nuestros garbanzos con tagarninas esparragás.
Servimos bien caliente y ¡buen provecho!



miércoles, 7 de marzo de 2018

ROSQUILLAS FRITAS DE SEMANA SANTA

Cómo hacer rosquillas fritas de Semana Santa. Receta paso a paso.



¡Hola amigos/as! Os comento antes de comenzar, que la receta la he llamado rosquillas fritas de Semana Santa para distinguirlas un poco del resto de las rosquillas de este tipo, pero popularmente les llamamos simplemente rosquillas. Y es que en mi pueblo y en los alrededores, así como en el resto del país, por estas fechas son típicos los dulces fritos: rosquillas, flores, canutos... y muchos más. Cada uno con su denominación local. Actualmente la tradición se ha perdido un poco, pero los que todavía las mantenemos y cuidamos solemos hacer estos dulces en un día próximo a las fiestas, reunidos con familiares o amigos y pasamos el día elaborando estos dulces en grandes cantidades que luego consumimos y compartimos durante algún tiempo.



Este fin de semana con un tiempo desapacible e infernal de lluvia y viento, un temporal acompañado de varios tornados, que han dejado grandes destrozos en las zonas costeras; lo mejor que podíamos hacer ante este panorama meteorológico era quedarnos en casa. Yo lo he dedicado a lo mío, a ejercer de cocinitas, como siempre amenizada con buena música, envuelta en la música mientras cocino. El sábado por la mañana preparé varios platos, para el almuerzo y para la cena, por la tarde un rato de reposo en el sofá con mantita y película, después un té japonés y de nuevo dispuesta  para volver a la cocina a preparar la masa para hacer estas típicas rosquillas para el día siguiente, que nos servirían  de postre de la comida que teníamos el domingo con unos amigos. Una vez en los postres, puse la lata con las rosquillas sobre la mesa, al abrirla desprendió un aroma a canela tan rico que rápidamente surgió en la conversación los comentarios del recuerdo de las diferentes maneras de hacer las rosquillas de sus respectivas madres, y como cada uno recuerda las rosquillas que se hacia o se hace en sus casas, las cantidades, las texturas, los sabores y si tenían más aceite o menos que otras.



A lo largo del invierno y en más de una  ocasión, me ha comentado mi hermana Ängeles: "esta tarde voy a hacer unas rosquillas" o "ayer hice rosquillas" o "ya me están pidiendo en casa que haga otra vez rosquillas"... le he  preguntado qué cómo las hace y después de mucho tiempo, por fin me he puesto y en un ratito las he hecho ¡qué fácil! y ¡qué ricas!, me pregunto ¿porqué he tardado tanto en hacerlas? 


Es una de las recetas típicas de rosquillas fritas, es muy sencilla, tan solo las vamos a hacer perfumadas con ralladuras de limón y espolvoreadas de canela.
La elaboración consta de cuatro pasos:
  • Primero hacemos la masa.
  • segundo le damos la forma a las rosquillas.
  • tercero se fríen en aceite bien caliente.
  • cuarto se rebozan en azúcar y canela.
Lo normal es hacerlas entre varias personas, para poder hacer una pequeña << cadena de producción >>, una da la forma, otra las fríe y una última las reboza, pues estos pasos hay que hacerlos seguidos.


Sugerencias, trucos y consejos.
  • Las rosquillas fritas de Semana Santa se conservan mejor y más tiempo en un recipiente metálico bien cerrado.
  • Para una fritura perfecta, el aceite debe estar bien caliente, pero sin que llegue a humear. Una manera fácil de comprobar si el tiempo es correcto es probar una de las primeras rosquilla que hagamos. Hay a quién les gusta que queden un poco crudas por dentro.
  • Yo he presentado las rosquillas fritas con el aroma de limón, pero le puedes añadir ralladura de naranja o un chorrito de anís, también podemos hacerlas sin aroma añadido, por ejemplo.
  • Cuando se ponen duras, lo tradicional es mojarlas en leche.
  • He hecho las rosquillas redondeadas pero también le podemos dar otras formas como aplanarlas un poco y replegar los bordes hacía afuera o hacerles un corte superficial a lo largo. Eso ya a gusto de cada uno.  

Sin más dilación comenzamos. Seguro que si intentáis hacerla os saldrá muy muy rica. Os dejo con esta aromática receta paso a paso de rosquillas fritas de Semana Santa, para que os animéis a hacerla conmigo.



INGREDIENTES:
  • 500 gr. de harina blanca de repostería.
  • 125 gr. de azúcar.
  • 3 huevos gordos.
  • 60 ml. de aceite de oliva virgen extra.
  • 4 sobres dobles de gasificante.
  • 60 ml. de leche entera.
  • 1 limón.
  • Una pizca de sal.
  • Un trozo de piel de naranja.
  • Aceite de girasol para freír.
PARA REBOZAR:
  • 100 gr. de azúcar.
  • 2 cucharadas de canela.

Elaboración
Comenzamos rallando el limón.


Separamos las claras de las yemas de los huevos.


En un bol grande batimos las claras hasta que hagan espuma, no es necesario llegar a punto de nieve.



Añadimos las yemas y el aceite y batimos.


Añadimos el azúcar con una pizca de sal y batimos.



Disolvemos los sobres de gasificantes en la leche.


Agregamos a la masa rápidamente.


Agregamos la harina y amasamos hasta que quede una masa homogénea, manejable pero blanda.



Por último, incorporamos las ralladuras de limón y amasamos un poco.



Tapamos con un paño de cocina limpio y dejamos reposar una media hora.



Pasada la media hora nos untamos las manos de aceite para que no se nos pegue la masa y podamos manipularla a nuestro antojo y empezar a hacer bolitas.



Vamos haciendo bolitas pequeñas y las dejamos sobre la encimera.



Colocamos la sartén con el aceite y la cáscara de la naranja al fuego, calentamos a temperatura suave.



Nos mojamos un dedo en aceite y presionamos en el centro de la bola hasta hacerle un agujero grande.



Cuando esté un poco frita la corteza empezamos a introducir algunas rosquillas dejando espacio porque aumentan de tamaño y sacamos las cáscaras de naranjas para que no se quemen.



Cuando estén doraditas por un lado les damos la vuelta para que se frían por el otro lado.



Colocamos un plato con papel absorbente al lado de la sartén y sacamos las primeras rosquillas.



Al lado colocamos un plato hondo con el azúcar, la canela y mezclamos.



Rebozamos las rosquillas calientes.



Tal como vamos friendo rosquillas las dejamos reposar unos minutos en el papel absorbente y cuando no quemen la vamos rebozando y colocando en una fuente y dejamos que se enfríen.



Se pueden degustar calientes o dejamos que se enfríen antes de guardarlas en un recipiente cerrado para su conservación.



Y ya están. ¡Buen provecho!