viernes, 24 de noviembre de 2017

GALLETAS DE ALGARROBA Y NUECES


Cómo hacer galletas de algarroba y nueces. Receta paso a paso.


Uno de los ingredientes "nuevos" que he descubierto gracias a acercarme a la gastronomía vegetariana, ha sido la algarroba. Si alguien me dice cuando era pequeña que algún día comería algo con algarroba le hubiera tomado por loco, ya que por donde yo vivía había un algarrobo grande. Más tarde, cuando llegué a la casa en donde hoy vivo, justo en la parcela contigua pegado a la tapia a la altura de la ventana del salón, había uno bien grande, y en un parque a unos cien metros de casa también había varios. A menudo, cuando salíamos a pasear con los perros, pasábamos por su lado porque se encontraban justo en nuestro camino dirección a la playa. No me gustaba el olor que desprendían cuando el fruto empezaba a madurar, olían un tanto mal. O al menos yo lo recuerdo así...
También es verdad que amigos míos se las comían (la vendían en paquetitos como si fuera chocolate).
Cuando por fin lo "descubrí", me dí cuenta de que aparte de ser un fantástico sustituto del chocolate, es un alimento super saludable, energizante y muy bueno para nuestras digestiones entre otras cosas.
Así que si sois de los que como yo, pensabais que la algarroba solo se le da de comer a los animales, probarla en cualquier elaboración como sustituto del cacao y veréis que es un ingrediente muy versátil y realmente muy rico.



La algarroba es ampliamente consumida en Europa, y desde hace un tiempo se está popularizando mucho en Argentina, se usa particularmente en la repostería, y como sustituto del cacao, aunque más liviano. Estas galletas son ricas, livianas y ¡muy fáciles de hacer! Así es que no hay excusa para darse este gustito dulce. El contraste de la canela con el sabor a "cacao" que le otorga la algarroba tampoco te dejará indiferente. Además sabrás que es una buena alternativa, mucho más saludable en comparación con las que se comercializan, cargadas de azúcares y harinas refinadas, grasas "malas" y aditivos. Además de algarroba posee unas propiedades nutritivas muy valiosas, como su contenido en taninos, potentes antioxidantes.


La receta que utilizo para hacer las galletas de algarroba siempre es la misma y lo que hago es que voy añadiendo o cambiando algunos ingredientes y así vamos variando un poco:

  • Sustituyo la mantequilla por el aceite.
  • Añado a la masa algún fruto seco picado o molido.
  • Cambio el azúcar por miel.
  • Añado a la masa canela y unas cucharaditas de licor.
  • Cambio la composición de las harinas, las hago de trigo integral, centeno, espelta, mezcla de distintas harinas, etc...
  • Al poner la masa en la bandeja, antes de aplastarla le pongo frutos secos por encima.

Espero que estas sencillas galletas de algarroba con nueces, dátiles y pasas os guste tanto como a mi.


Sin más dilación comenzamos. Si lo puedo hacer yo, seguro que a vosotros os saldrá mejor todavía. Os dejo con esta estupenda receta paso a paso de galletas de algarroba y nueces, para que os animéis a hacerla conmigo.



INGREDIENTES:
  • 130 gramos de harina de trigo.
  • 80  gramos de harina de algarroba.
  • 1 huevo.
  • 50 ml. de aceite de girasol.
  • 80 gr de miel de caña.
  • 5 dátiles y un puñado de pasas moscatel.
  • 1 cucharada de canela en polvo.
  • 1 cucharada de bicarbonato.
  • 18 medias nueces.

Lo primero que haremos es; quitar el hueso a los dátiles y junto con las pasas picamos muy pequeñito.



Ponemos en remojo, mitad agua y mitad de ron blanco y reservamos.



En un cuenco grande cascamos el huevo y vertemos el aceite y la miel de caña.


batimos.


Agregamos la harina de trigo tamizada poco a poco y mezclamos.


Cuando tengamos toda la harina de trigo completamente ligada.


Agregamos la harina de algarroba bien tamizada.


Una vez la masa ligada.


Incorporamos la cucharada de bicarbonato.


Añadimos la cucharada de canela, los dátiles y pasas escurridas, mezclamos bien con la ayuda de dos cucharas.


Cogemos una cucharada de masa y colocamos entre las dos manos y hacemos una bola.



Vamos colocando en la bandeja sobre papel vegetal.


Colocamos media nuez encima de la bola y presionamos.


Cuando tengamos todas las nueces colocadas metemos en el horno ya caliente a 200º, posición arriba/abajo, altura media, duración 15 minutos.


A los 15 minutos sacamos del horno y dejamos enfriar.


Una vez frías las galletas de algarroba y nueces, las podemos guardar en una lata para conservarlas bien durante bastante tiempo, si no desaparecen en un abrir y cerrar de ojos.


Es como mejor se conservan las galletas de algarroba. Eso si no, nos las comemos de una atacada.
¡Riquísimas! ¡no te des el atracón! Yo las tengo bajo llave.

domingo, 12 de noviembre de 2017

TORTILLA CAMPERA O CAMPESINA


Cómo hacer una tortilla campera o campesina. Receta paso a paso.



Buenos días, empezamos la semana con una receta imprescindible en la cocina española, después de la tortilla de patatas.
Esta receta es una versión de la tortilla de patatas; la tortilla campera o campesina es todo un clásico, es una receta casera y sencilla de las que siempre han hecho nuestras madres y abuelas, ya que era la forma perfecta de dar de comer a toda la familia, gastando poco dinero y además aprovechando los pedazos de embutidos o de carne y además algún trozo de verdura que tenían de sobras.
Pero no penséis que por eso no va a estar bien rica, tiene mucho sabor y es perfecta también para llevar a cualquier sitio, ideal para llevarla a la playa, al campo, de excursión, a la oficina en un táper y cómo no, para un bocata. Vamos, una buena opción y económica para cualquier día de la semana, y así en forma de pincho es un vicio.



Se le llama tortilla campera o campesina, porque además de la patata se le añade algunas verduras, en casa le ponemos normalmente, pimiento verde y rojo, cebolla, zanahoria, perejil y sobre todo un puñadito de guisantes, básicamente estos son los ingredientes principales, pero como admite cualquier tipo de verduras, hay días que si además tengo espárragos verdes o judías verdes o calabacín, también le añado, es una receta que admite multitud de variantes, y lo mejor es que podemos usar verduras que queden en casa.


Lo que si os digo es que la prefiero sobre todo con chorizo, hay quién le gusta más con jamón, y en otros casos emplean algún trozo de carne que les ha quedado del cocido, ya os digo que admite muchas posibilidades y sigue estando igual de buena, cuestión de preferencias o de lo que tengamos en el frigorífico en el momento de decidir hacer una tortilla campera.
Esta tortilla al tener tantos ingredientes la tenemos que hacer grande, lo que se llama un tortillón y debemos utilizar la sartén adecuada (no demasiado grande), para que salga una tortilla gordota, alta, cocida y a la vez jugosa, como la que hacen de toda la vida en el bar Apolo en la calle Nevería con Palacios, que por cierto ha sido reformado, convirtiéndose en un bar muy acogedor, y sabiamente han mantenido las tapas de siempre que es de agradecer.


Sin más dilación comenzamos. Si lo puedo hacer yo, seguro que a vosotros os saldrá mejor todavía.
Os dejo con esta sencilla receta paso a paso de tortilla campera o campesina, para que os animéis a hacerla conmigo.


INGREDIENTES:
  • 1 kilo de patatas nuevas.
  • 7 huevos de campo.
  • 1 chorizo para cocinar.
  • 80 gr. de guisantes frescos.
  • 1 trozo de pimiento verde.
  • 1 trozo de pimiento rojo.
  • 1 zanahoria.
  • 2 cebolletas tiernas.
  • Perejil.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Sal.

Cortamos en trocitos los pimientos y la zanahoria, agregamos a una cacerola junto con los guisantes y vertemos un poco de aceite, colocamos en el fuego a temperatura suave, tapamos para que se vaya pochando lentamente.


Cortamos las cebolletas y el perejil, agregamos a la cacerola y un poco de sal.


Quitamos la piel al chorizo cortamos por la mitad longitudinalmente, troceamos y reservamos.


Agregamos a las verduras pochadas, dejamos que se vaya haciendo unos minutos a temperatura suave para que suelte el juguillo.


Pelamos las patatas y cortamos en lascas, metemos en agua para que suelten almidón.


Escurrimos las patatas y le ponemos un poco de sal gorda.


Echamos la mitad de las patatas en una sartén cuando el aceite esté caliente, freímos a temperatura media para que se pongan tiernas.


Les damos unas vueltas de vez en cuando para que se vayan haciendo por todos los lados, hasta que estén todas tiernas.


Cuando estén tiernas las patatas las agregamos a las verduras con el chorizo.



Las sacamos escurridas y colocamos sobre las verduras.


Freímos el resto de las patatas a temperatura suave para que queden tiernas, no crujientes y añadimos a la cacerola con la anterior fritada.


Cascamos los huevos en un cuenco grande y les ponemos un poco de sal.


Batimos los huevos.



Mezclamos las patatas con las verduras.


Agregamos a los huevos batidos y mezclamos bien.


Ponemos la sartén preferida de hacer tortillas al fuego con una cucharada de aceite.


Cuando esté caliente echamos todo el contenido del cuenco, bajamos el fuego para que se haga sin quemarse, moviendo la sartén por el mango para que no se pegue, antes de darle la vuelta separamos los bordes con la espumadera.


Le damos la vuelta con una tapadera plana grande, cuando calculemos que esta doradita, porque es una tortilla grande y se tiene que cocer para que no quede cruda por dentro.


Una vez hecha la tortilla colocamos en un plato amplio y plano para llevarla a la mesa.



martes, 7 de noviembre de 2017

PINCHOS, TAPAS, O TOSTAS DE PISTO Y BONITO EN ESCABECHE




Cómo preparar unos pinchos o pintxos, tapas o tostas de pisto y bonito en escabeche. Receta paso a paso.


Pincho en castellano o pintxo en su grafía en euskera, da igual cómo lo escribamos porque este es uno de los reyes del picoteo de nuestro país. Concebido en su forma básica como una pequeña rebanada de pan sobre la que se coloca una porción de comida, el nombre de pincho viene por el palillo con el que se sujetan ambos elementos o pequeño trozo de madera que se utilizaba para sujetar el ingrediente principal a la rebanada de pan que servía de base, hoy en día ni el pan, ni el palillo son imprescindibles. Además, se puede utilizar prácticamente el ingrediente que quieras, carne, pescado, verduras, marisco etc... Gracias a esto, las combinaciones, texturas y sabores son ilimitados.



El pincho es tradicional del norte de España. Es seña de identidad del País Vasco, donde no hay visita gastronómica que se precie en la que ir de pinchos no esté incluido. En los bares del País Vasco se acostumbra a tomar como aperitivo junto con un txikito, vaso de vino tinto de la tierra, o un zurito, cerveza servida en un vaso pequeño.
Da lo mismo que seas vegetariano o vegano, que no comas pescado, que no te guste la verdura, que evites los trozos de carne con más grasa o incluso que estés a dieta... Seguro que en la lista de aperitivos encuentras alguno que te guste.
Estos aperitivos son conocidos en medio mundo y unos de los principales reclamos turístico de las capitales vascas.


Cuando viajamos a Euskadi y paseamos por sus hermosas calles, es muy común encontrarnos con bares en los que la barra está completamente cubiertas de platos y bandejas que contienen cientos de pintxos fríos. Es costumbre que sea el cliente quien alargando la mano tome directamente el aperitivo. El tema del palillo en cualquier caso, es muy importante guardar los palillos, que se utilizan al final como forma de cálculo del total a pagar. Hay pinchos sin palillo, también hay clientes que los tiran al suelo y esto lleva al camarero a cobrar lo que el cliente dice haber consumido. Un acto de confianza total y absoluta. 
En mi primera visita a Vitoria y en general al País Vasco, tal como llegamos y soltamos las maletas nos fuimos de vinos (lo estábamos deseándolo), no daba crédito a lo que veía, no me atrevía a coger ningún pincho de la barra, y cuando me dijo Garbiñe que podía coger el o los que quisiera no sabía cual elegir, todos me apetecían, me los comía con los ojos. Solo tenía que conservar los palillos para cuando pidiéramos la cuenta... No me lo podía creer, eso era impensable, con el carácter y naturaleza, es imposible que pueda ocurrir, con la condición, con la pillería innata del sur.


Con el paso de los años estos aperitivos han evolucionado y aunque han mantenido su nombre, hoy en día poco o nada tienen que ver con el formato original. Podríamos decir que aparte del nombre, lo único que se ha mantenido es el reducido tamaño que los caracteriza. Sí, porque no nos engañemos, mira que son pequeños (y ricos) los puñeteros.
Nuestro aperitivo, pincho, tapa de hoy lo podemos llamar como más nos guste. Como os podéis suponer, lo degusté por primera vez en la escapada que hicimos a Vitoria con motivo de la apertura del hotel y restaurante Haritz ondo, en Elosu, de mis amigos Mirian y Pedro, que aún  no conocíamos. Llegamos al caserío a media mañana y una vez hecho el recorrido por las instalaciones... En la barra nos tomamos el primer zurito acompañado de unos pintxos tamaño bocado, unas pequeñas tostas con un trocito de bonito del norte en conserva (hecha por ella) sobre una base de pisto. Un abrir boca ¡espectacular! Antes de pasar al comedor...



Nuestro aperitivo favorito de hoy lo podemos preparar para ser consumido caliente o recién hecho, pero por supuesto también frío. Por ejemplo lo podemos preparar a media mañana porque hemos utilizado ingredientes que nos permite tenerlo reservado y tomarlo con una cerveza, un vermú, una copa de cava o una copa de vino en la mano, para un aperitivo informal, que resulta idónea antes de sacar el plato principal o con carácter previo a sacar las primeras piezas de carne o pescado un día festivo...



Se trata de hacer una receta rápida y fácil, que se prepare en poco tiempo, con alguna conserva que tengamos en la despensa preparadas por nosotros mismos o compradas, y que se puede tener montadas con antelación, para que podamos por ejemplo aprovechar un sábado o domingo con los nuestros, sin necesidad de empantanarnos en la cocina media mañana. Para que cuando comiencen a llegar nuestros familiares o amigos, podamos recibirlos con pequeños platos, que resulten sencillos de comer. Veréis cuanto gusta esta receta. Ideal para un aperitivo en familia o con los amigos.
Hoy os propongo este aperitivo con bonito en escabeche o en aceite, estoy segura que os va a venir muy bien.


Sin más dilación comenzamos. Si lo puedo hacer yo, seguro que a vosotros os saldrá mejor todavía. Os dejo con esta delicatessen de receta paso a paso de pinchos, tapas o tostas de pisto y bonito en escabeche, para que os animéis a hacerla conmigo.





INGREDIENTES:







BECHAMEL:

  • 10 gr. de mantequilla. 
  • 1 cucharada de harina.
  • 120 ml. de leche.
  • Pimienta negra molida.
  • Nuez moscada.
  • Sal.
Elaboración
Colocamos el bonito que vamos a necesitar escurrido en un plato, dependiendo del tamaño de las tostas que vayamos a preparar cortamos en trozos del tamaño deseado.


Si lo tenemos hecho con anterioridad (que es lo mejor) y guardado en el frigorífico ganaremos mucho tiempo.
Ponemos la cantidad de pisto que vamos a necesitar para las tostas en un cuenco y calentamos en el microondas.
 

Ponemos la mantequilla en un cazo pequeño, colocamos en el fuego a temperatura baja para que no se queme la mantequilla.


Agregamos la harina.


movemos con una pala de madera enérgicamente hasta que la mantequilla absorba toda la harina.


Agregamos un poco de leche y seguimos moviendo circularmente  para que no se hagan grumos.


Seguimos vertiendo leche poco a poco y moviendo circularmente hasta obtener una bechamel cremosa, añadimos un poco de sal, pimienta molida y nuez moscada rallada.


Colocamos las tostas en el plato.



Cubrimos las tostas de pisto.



Colocamos un trozo de bonito sobre el pisto.



Vertemos una cucharada de bechamel cremosa sobre el bonito. Y ¡ya! tenemos nuestras tostas montadas para servir.



¡Listas! para degustar. ¡Ya veréis lo ricas que están!