viernes, 3 de noviembre de 2017

CREMA DE ESPINACAS


Cómo hacer una deliciosa crema de espinacas. Receta paso a paso.

 
Mañana gris y silenciosa la de hoy, sin advertirlo en el trascurso de ella ha ido llegando poco a poco suave y sinuosa la lluvia, pidiendo humilde y discretamente paso, cuando se ha instalado ha dicho, aquí estoy yo, muy señora mía, con todo mi poderío y contundencia. Muy apropiada para dedicarla a la cocina como suelo hacer la mayoría de los viernes. Gustosamente me he puesto a elaborar varios platos para el fin de semana, he creído muy adecuado preparar una crema de espinacas para tomar muy calentita el primer día de lluvia y de bajada de las temperaturas del otoño, que hasta hace dos días hemos mantenido de verano superando los treinta grados. Hoy aquí en el sur comienza el auténtico otoño para nosotros...


Ayer fui a la Plaza de Abastos a comprar sobre todo verduras porque quiero hacer un poco de dieta, intentar bajar de peso o por lo menos quedarme como estoy, por otro lado necesito limpiarme un poco después de los excesos del verano, me siento saturada, me he propuesto reducir los platos de carnes, fritos y grasas preparando platos ligeros y saludables en definitiva comer más sano.



Llegué al puesto de Kike y mientras esperaba mi turno le fui echando un vistazo en general, sobre todo a las verduras, tenía colgados unos magníficos manojos de espinacas que me atrajeron mucho, compré uno sin ni siquiera pensar en como lo iba a preparar...


Para mi sorpresa esta noche no tenemos actividad en la calle y cenaremos en casa, así que he preparado esta delicada crema de espinacas y creo que es un acierto para la cena, un plato calentito, cremoso y de sabor suave, una delicia para una noche como la que se avecina... 


He elaborado una deliciosa crema de espinacas, en esta ocasión con un manojo que he comprado en la frutería como os he dicho, hacía tiempo que no las veía en el mercado, al verlas y como prefiero comprar las verduras sin envasar las he comprado, pero también podemos hacerla con espinacas envasadas, comprando una bolsa en el supermercado más cercano que no habrá mucha diferencia y si será más fácil, cómodo y rápido de preparar.


También he elaborado la bechamel a mano y no como otras veces que la hago en la thermomix, he querido preparar hoy todos los ingredientes de esta crema de espinacas a mano, con delicadeza y dedicándole plácidamente el tiempo necesario, escuchando radio clásica mientras veía y oía llover, un gustazo. Nunca he utilizado bechamel de tetrabrik, no os puedo decir nada al respecto, pero es obvio que la bechamel hecha en case tiene que estar mucho más rica y por supuesto no tiene conservantes etc...



Es muy fácil de hacer e incluso la podemos dejar prepara al medio día para tomarla de cena o de un día para el otro, tan sólo tenemos que reservar unas cuantas hojas de espinacas crudas para freírlas justo en el momento de servir y llevar a la mesa porque se mantienen crujientes muy poco tiempo, aunque parezca un engorro os aconsejo que lo hagáis, es ¡exquisita! la mezcla de sabores de las dos espinacas, las fritas y crujientes con las espinacas de la crema.


Sin más dilación comenzamos. Si lo puedo hacer yo, seguro que a vosotros os saldrá mejor todavía. Os dejo con la receta paso a paso de crema de espinacas, para que os animéis a hacerla conmigo.

 
INGREDIENTES:

  • 1 manojo de espinacas.
  • 1 cebolla tierna.
  • 30 gr. de mantequilla.
  • 3 cucharadas bien colmadas de harina.
  • 1/2 litro de leche.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Aceite de girasol.
  • Pimienta negra y nuez moscada.
  • Sal.

 
Elaboración
Le cortamos el rabillo a las espinacas.


Limpiamos bien las espinacas con abundante agua y ponemos a escurrir.


Reservamos unas cuantas hojas pequeñas para decorar el plato.


Ponemos a fuego suave un cazo con la mantequilla.


También colocamos en el fuego una cacerola con un chorro de aceite de oliva y la cebolla muy picadita a fuego suave, tapamos para que se poche bien.


Agregamos las cucharadas de harina cuando la mantequilla esté derretida.


envolvemos la harina con la mantequilla hasta que la absorba por completo.


Agregamos un chorro de leche y con una pala de madera vamos ligando la masa.


Seguimos agregando leche y con movimiento enérgico y circular para evitar que se formen grumos, hasta que se vaya poniendo cremosa la bechamel.


Añadimos un poco de sal, pimienta recién molida y unas ralladuras de nuez moscada, seguimos moviendo.


Cuando la bechamel esté bien cremosa la probamos de sal y reservamos.



Cortamos las espinacas.


Una vez tierna y blanquita la cebolla.


Agregamos las espinacas.


Subimos el fuego y rehogamos las espinacas.


Vertemos la crema de bechamel. Agregamos un poco de agua en el cazo de la bechamel y ponemos en el fuego para desprender con la ayuda de la cuchara la crema que se ha quedado adherida.


Vertemos el contenido del cazo y mezclamos la crema con las espinacas. Mantenemos el fuego muy suave durante unos minutos, rectificamos de sal y agregamos agua si fuera necesario hasta dejar la crema con la densidad deseada.


Llevamos una sartén con aceite de girasol al fuego.


Echamos unas hojas de espinacas cuando el aceite esté caliente y freímos.


Una vez fritas y crujientes las sacamos a un plato.


Las freímos y colocamos en la crema justo en el momento de servir para que lleguen a la mesa crujientes.



Un deleite para el paladar la mezcla de las dos texturas de espinacas.



Ha llegado el otoño y con él retomamos las sopas y cremas. Hoy una crema de espinacas para quitarse el sombrero.



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